
El pasado fin de semana se disputó el ansiado G.P. de Europa en el nuevo y flamante circuito "urbano" de Valencia. Se consumaba así, la disputa de dos grandes premios de la categoría reina del automovilismo en nuestro país, sin duda un gran éxito.
Sin embargo, y contemplando los diferentes y distintos actos celebrados para tan magna ocasión, he echado de menos algo de rigor histórico sobre la verdadera historia de este deporte en España, y en especial, he echado en falta el reconocimiento a un hombre, además Valenciano, que sin lugar a dudas es uno de los que más ha contribuido a que este deporte sea ahora lo que es en nuestro país: Adrián Campos.
Lo que si he visto ha sido a muchos políticos, y más empresarios y demás "pelotaceros" que han debido hacer grandes operaciones con el circuito, en las múltiples fotos que los medios de comunicación hemos hecho en este fin de semana.
Sin duda, ha sido un logro la construcción del circuito en escasos nueve meses, y el celebrar el G.P. sin más incidentes que los habituales de un estreno. De ahí, a afirmar las grandes magnificencias de un circuito que hay que reconocer que está en pañales, al igual que su organización, solo puede explicarse desde la inevitable "cla" que acompaña a los poderosos y canta el "lalala".
Lo cierto es que todo no ha sido tan bonito como nos lo han puesto. El circuito, en un trazado con deficiencias, no ha sido lo espectacularmente prometido. En él, se nos vendió durante meses que se podría adelantar, y que tendría lo más moderno en escapatorias. Hay que reconocer que las tiene, sin embargo su "precocidad" ha hecho de él, que no solamente sea imposible adelantar, sino que además aquellos puntos dónde es factible, estén a medio metro de muros que dejan al piloto fuera de carrera al mínimo error.
Capitulo a parte el de las gradas y espectadores. Una horrible organización vendió el agotamiento de las entradas desde hace meses. Falso. Se ha podido ver multitud de espacios libres, en unas gradas en las que además de estar mal ubicadas, los espectadores se han quejado de no poder ver a los monoplazas por motivo de las vallas y los muros. ¡¡ Menuda Gracia!!. Primero le dan todas las entradas a agencias e intermediarios para que las revendan acompañadas de caras estancias, y luego encima no se ve la carrera. Ejemplo de lo que digo, es que la organización ha tenido que reubicar en esas entradas "no vendidas" a toda una tribuna que tenia los asientos con magnificas vistas al mar, pero no al circuito.
De los accesos y de las instalaciones para la prensa mejor no hablar.
Mucho le queda por mejorar a la organización, y al circuito. Y en esa mejora, debería acompañarse de los mejores, y no nadar en la prepotencia para lograr el fiasco posterior.
Que el G.P. de Europa se dispute en España es un logro sin precedentes. Que se haya celebrado en Valencia, y alcanzado el sueño en nueve meses, es el parto más glorioso del automovilismo español, pero no por mucho que los afines y los "amigos" insistan en supuestas bondades, estas son ciertas.
El automovilismo español, goza ahora de una magnifica salud, pero aún queda mucho por crecer. La afición española es realmente alonsista, y si éste falla o decae, ésta se difumina. Es triste, pero es así. Tanto en Montmelo como en Valencia, hemos podido comprobar como cantidades ingentes de "grandes aficionados", abandonaban el circuito al romper o abandonar Alonso. Están en su derecho, pero demuestra que nos queda mucho por aprender. El pequeño grupo de los de siempre es casi el mismo que antaño, y ese grupo nació y creció, viendo y siguiendo a pioneros como Emilio de Villota, Pérez Sala y como no, Adrián Campos.
Éste último, sin duda se ha convertido en el GRAN PROFESOR. No solo descubrió e introdujo a Fernando Alonso en la Fórmula1, sino que además ha sabido, querido y apostado por ser un gran profesional, y un autentico maestro del mundo del motor. Tiene equipos en todas las categorías inferiores, y se preocupa por tener un gran semillero de grandes, pero jóvenes pilotos que conduzcan sus coches. Le veremos muy pronto con un equipo de Fórmula1, y seguirá creciendo. Lamentablemente Adrián, en este país, sigue rezando la máxima de que "casi" nadie es profeta en su tierra. Al menos, uno de los de antes, si echa de menos y reclama, más reconocimiento a un autentico PROFESOR que nos ha enseñado mucho, y lo sigue haciendo.
Ojalá y los organizadores del Valencia Street Circuit, recién estrenado, sepan reconocer que tienen a uno de los que más saben de esto tan cerca, tan cerca que lo primero que tienen que hacer es darle un merecido homenaje, y después pedirle ayuda, para hacer de su circuito el "magnifico" que a día de hoy aún no es.
Sin embargo, y contemplando los diferentes y distintos actos celebrados para tan magna ocasión, he echado de menos algo de rigor histórico sobre la verdadera historia de este deporte en España, y en especial, he echado en falta el reconocimiento a un hombre, además Valenciano, que sin lugar a dudas es uno de los que más ha contribuido a que este deporte sea ahora lo que es en nuestro país: Adrián Campos.
Lo que si he visto ha sido a muchos políticos, y más empresarios y demás "pelotaceros" que han debido hacer grandes operaciones con el circuito, en las múltiples fotos que los medios de comunicación hemos hecho en este fin de semana.
Sin duda, ha sido un logro la construcción del circuito en escasos nueve meses, y el celebrar el G.P. sin más incidentes que los habituales de un estreno. De ahí, a afirmar las grandes magnificencias de un circuito que hay que reconocer que está en pañales, al igual que su organización, solo puede explicarse desde la inevitable "cla" que acompaña a los poderosos y canta el "lalala".
Lo cierto es que todo no ha sido tan bonito como nos lo han puesto. El circuito, en un trazado con deficiencias, no ha sido lo espectacularmente prometido. En él, se nos vendió durante meses que se podría adelantar, y que tendría lo más moderno en escapatorias. Hay que reconocer que las tiene, sin embargo su "precocidad" ha hecho de él, que no solamente sea imposible adelantar, sino que además aquellos puntos dónde es factible, estén a medio metro de muros que dejan al piloto fuera de carrera al mínimo error.
Capitulo a parte el de las gradas y espectadores. Una horrible organización vendió el agotamiento de las entradas desde hace meses. Falso. Se ha podido ver multitud de espacios libres, en unas gradas en las que además de estar mal ubicadas, los espectadores se han quejado de no poder ver a los monoplazas por motivo de las vallas y los muros. ¡¡ Menuda Gracia!!. Primero le dan todas las entradas a agencias e intermediarios para que las revendan acompañadas de caras estancias, y luego encima no se ve la carrera. Ejemplo de lo que digo, es que la organización ha tenido que reubicar en esas entradas "no vendidas" a toda una tribuna que tenia los asientos con magnificas vistas al mar, pero no al circuito.
De los accesos y de las instalaciones para la prensa mejor no hablar.
Mucho le queda por mejorar a la organización, y al circuito. Y en esa mejora, debería acompañarse de los mejores, y no nadar en la prepotencia para lograr el fiasco posterior.
Que el G.P. de Europa se dispute en España es un logro sin precedentes. Que se haya celebrado en Valencia, y alcanzado el sueño en nueve meses, es el parto más glorioso del automovilismo español, pero no por mucho que los afines y los "amigos" insistan en supuestas bondades, estas son ciertas.
El automovilismo español, goza ahora de una magnifica salud, pero aún queda mucho por crecer. La afición española es realmente alonsista, y si éste falla o decae, ésta se difumina. Es triste, pero es así. Tanto en Montmelo como en Valencia, hemos podido comprobar como cantidades ingentes de "grandes aficionados", abandonaban el circuito al romper o abandonar Alonso. Están en su derecho, pero demuestra que nos queda mucho por aprender. El pequeño grupo de los de siempre es casi el mismo que antaño, y ese grupo nació y creció, viendo y siguiendo a pioneros como Emilio de Villota, Pérez Sala y como no, Adrián Campos.
Éste último, sin duda se ha convertido en el GRAN PROFESOR. No solo descubrió e introdujo a Fernando Alonso en la Fórmula1, sino que además ha sabido, querido y apostado por ser un gran profesional, y un autentico maestro del mundo del motor. Tiene equipos en todas las categorías inferiores, y se preocupa por tener un gran semillero de grandes, pero jóvenes pilotos que conduzcan sus coches. Le veremos muy pronto con un equipo de Fórmula1, y seguirá creciendo. Lamentablemente Adrián, en este país, sigue rezando la máxima de que "casi" nadie es profeta en su tierra. Al menos, uno de los de antes, si echa de menos y reclama, más reconocimiento a un autentico PROFESOR que nos ha enseñado mucho, y lo sigue haciendo.
Ojalá y los organizadores del Valencia Street Circuit, recién estrenado, sepan reconocer que tienen a uno de los que más saben de esto tan cerca, tan cerca que lo primero que tienen que hacer es darle un merecido homenaje, y después pedirle ayuda, para hacer de su circuito el "magnifico" que a día de hoy aún no es.