
Carta abierta a Luca Coredero di Montezemolo:
Querido Luca, el día de hoy debe ser muy triste para tí. Dulce venganza del azar, a quien aun fachada y señor, no ha tenido la valentía de tomar ciertas decisiones. Si Enzo levantara la cabeza ...
Ferrari, se está desmoronando. Imagino que tras un monstruo como Shumacher, y con una renovación completa de la cúpula directiva, ha entrado en uno de esos bajos tras los alti de toda organización, pero lo real es que la cosa va a más, y a más bajo.
Sabíamos que los pilotos no respondían como merece la Scuderia. Primero era un Massa, que acojonado algunas veces, e inconsciente en otras, chorreaba perdida de puntos y hacia cantadas tipo Bustamante.
Sabíamos también que el finlandés hacia llorar más que reír, y que su inconsistencia y su inapetencia en ocasiones, le llevaba a romper coches uno detrás de otro como hacia en Mc Laren, aunque luego cuando cogía ritmo, podía ser el más rápido.
Lo que no sabíamos es que el equipo cada vez se pareciera más al de los hermanos Tonetti. A una clara falta de rumbo y de estrategia: ahora tiburón si, ahora no, ahora alerón nuevo, ahora no etc. etc., se suma lo que faltaba: la piruleta y el semáforo.
Lo visto hoy en Singapur roza además del riesgo asumible, el esperpento, más propio de escuderías pasadas como Minardi, que de la que se proclama LA SCUDERIA. Si ya falla el equipo apaga y vámonos. Domenicalli ha demostrado en poco tiempo que no tiene reaños para dominar una estructura en desesperación, que comienza a generar más desconfianza que confianza. Qué cierto ese refrán español: "otros vendrán que bueno te harán", debe pensar Jean Todt.
Lo de los pilotos, tampoco tiene rumbo. Raikkonen se pierde en las madrugadas y luego en las clasificaciones, y en las carreras no se encuentra. Está claro, ha dejado de ser Ice Man para ser aquel al que la noche le confunde. Una vez más destroza un coche y ya van demasiadas.
Lo de Massa, tampoco tiene perdón. En Singapur hemos podido ver como, sin ser su culpa, paseaba una manguera de gasolina por un Pit que atónito y acongojado rezaba para que la gasolina no se hubiera derramado. Podríamos haber visto unos muy tristes fuegos artificiales.
Lo peor fue luego en pista. Su falta de temple le llevó a salirse, y no contento con salirse él mismo, a provocar la salida de un Sutil que desde luego no le debe ningún favor. También muy confundido.
Con este panorama y solo un GP después de haber confirmado sus pilotos, Ferrari se estrella contra el suelo. Desde allí, observa la primera victoria en el año de un Alonso que en magistral pilotaje, ha podido competir dónde su coche podía hacerlo, ya que la menor necesidad de potencia le igualaba a los bólidos rojos y plateados.
Querido Luca, con este panorama, que ocasión estáis desperdiciando. Haz lo que te de la gana, pero desde esta tribuna creo que deberías echarlos a TODOS. Luego ficha a los mejores, y solo así Ferrari podrá volver a ser lo que era.
Mientras, la Scuderia cada día parece estar más abajo, y luego cuesta mucho subir.
Querido Luca, el día de hoy debe ser muy triste para tí. Dulce venganza del azar, a quien aun fachada y señor, no ha tenido la valentía de tomar ciertas decisiones. Si Enzo levantara la cabeza ...
Ferrari, se está desmoronando. Imagino que tras un monstruo como Shumacher, y con una renovación completa de la cúpula directiva, ha entrado en uno de esos bajos tras los alti de toda organización, pero lo real es que la cosa va a más, y a más bajo.
Sabíamos que los pilotos no respondían como merece la Scuderia. Primero era un Massa, que acojonado algunas veces, e inconsciente en otras, chorreaba perdida de puntos y hacia cantadas tipo Bustamante.
Sabíamos también que el finlandés hacia llorar más que reír, y que su inconsistencia y su inapetencia en ocasiones, le llevaba a romper coches uno detrás de otro como hacia en Mc Laren, aunque luego cuando cogía ritmo, podía ser el más rápido.
Lo que no sabíamos es que el equipo cada vez se pareciera más al de los hermanos Tonetti. A una clara falta de rumbo y de estrategia: ahora tiburón si, ahora no, ahora alerón nuevo, ahora no etc. etc., se suma lo que faltaba: la piruleta y el semáforo.
Lo visto hoy en Singapur roza además del riesgo asumible, el esperpento, más propio de escuderías pasadas como Minardi, que de la que se proclama LA SCUDERIA. Si ya falla el equipo apaga y vámonos. Domenicalli ha demostrado en poco tiempo que no tiene reaños para dominar una estructura en desesperación, que comienza a generar más desconfianza que confianza. Qué cierto ese refrán español: "otros vendrán que bueno te harán", debe pensar Jean Todt.
Lo de los pilotos, tampoco tiene rumbo. Raikkonen se pierde en las madrugadas y luego en las clasificaciones, y en las carreras no se encuentra. Está claro, ha dejado de ser Ice Man para ser aquel al que la noche le confunde. Una vez más destroza un coche y ya van demasiadas.
Lo de Massa, tampoco tiene perdón. En Singapur hemos podido ver como, sin ser su culpa, paseaba una manguera de gasolina por un Pit que atónito y acongojado rezaba para que la gasolina no se hubiera derramado. Podríamos haber visto unos muy tristes fuegos artificiales.
Lo peor fue luego en pista. Su falta de temple le llevó a salirse, y no contento con salirse él mismo, a provocar la salida de un Sutil que desde luego no le debe ningún favor. También muy confundido.
Con este panorama y solo un GP después de haber confirmado sus pilotos, Ferrari se estrella contra el suelo. Desde allí, observa la primera victoria en el año de un Alonso que en magistral pilotaje, ha podido competir dónde su coche podía hacerlo, ya que la menor necesidad de potencia le igualaba a los bólidos rojos y plateados.
Querido Luca, con este panorama, que ocasión estáis desperdiciando. Haz lo que te de la gana, pero desde esta tribuna creo que deberías echarlos a TODOS. Luego ficha a los mejores, y solo así Ferrari podrá volver a ser lo que era.
Mientras, la Scuderia cada día parece estar más abajo, y luego cuesta mucho subir.