Los anteriores sustantivos se podrían resumir en una sola
palabra: Monte Carlo.
La primera carrera de coches disputada en las calles del
Principado fue ganada por William Grover Williams a los mandos de un Bugatti,
allá por 1929.
No fue hasta el 21 de Mayo de 1950 cuando se celebró el
primer G.P. de Mónaco de F1. El argentino Juan Manuel Fangio con su Alfa Romeo
resultó el vencedor.
Ayrton Senna sigue conservando el record de victorias con
seis entorchados (5 de ellos consecutivos entre 1989 y 1993).
Otros grandes pilotos como el anteriormente mencionado
Fangio (1950 y 1957), Graham Hill (1963-64-65-68 y 69), Jackie Stewart (1966-71
y 73), Niki Lauda (1974 y 75), Alain Prost (1984-85-86 y 88), Michael
Schumacher (1994-95-97-99 y 2001), David Coulthard (2000 y 2002), Kimi
Raikkonen (2005), Fernando Alonso (2006 y 2007) , Lewis Hamilton, Webber ..,
han conseguido escribir sus nombres con letras de oro en lo que para los
pilotos es el G.P. más deseado de toda la temporada.

La puesta a punto del monoplaza difiere bastante con la de
otros circuitos.
Los coches necesitan una gran carga aerodinámica, la más
alta de toda la temporada, que les proporcione una buena estabilidad al entrar
y salir de las curvas (frenar y acelerar) en el bacheado trazado urbano.
La irregularidad de la pista obliga a montar una suspensión
más blanda de lo normal y la distancia del fondo plano al asfalto se aumenta
entre 5 y 7 mm.
Los ingenieros han de dar con la configuración idónea, el
monoplaza ha de ser dócil en el manejo para que el piloto gane confianza.
En Mónaco se encuentran las dos curvas más famosas de todo
el Mundial (junto con Eau Rouge en Spa), Gran Hotel (antes denominada Lowes) y
La Rascasse.
La 1ª es una orquilla a izquierdas donde los pilotos pasan
en 1ª velocidad a unos 45 km/h, siendo la curva más lenta de todo el Mundial.
El 2º de éstos giros es a derechas y se traza a unos 50
km/h. La Rascasse es famosa por la cercanía con la que pasan los monoplazas de
las protecciones. Hubo una época en la que se ponían cerillas en el guardarrail
y se apostaba qué piloto sería capaz de partirlas con su coche.
El punto más rápido de todo el circuito es la salida del
túnel. Los bólidos llegan a rozar los 300 km/h. La dificultad de ése tramo
radica en lo bacheado que es el asfalto y en tener que reducir en pocos metros
hasta los 70 km/h para afrontar la Chicane Nouvelle .
Es bastante improbable que se produzcan adelantamientos
durante la carrera por lo que la estrategia jugará un papel importante aunque
no tan decisivo como la Calificación del sábado.
Conseguir la “pole” es tener un 70% de opción a la victoria
para el domingo.
Especial atención a la salida donde, dadas las
características del trazado, no es de extrañar que se produzca algún accidente.
Pirelli ha elegido los compuestos superblandos y blandos
capaces de ser efectivos a temperaturas bajas.
Es de suponer que con el paso de los monoplazas sobre el
asfalto, éste vaya recogiendo goma y la adherencia vaya mejorando.
Aún así hay que tener en cuenta que el viernes no habrá
actividad sobre la pista lo que puede hacer variar las condiciones de ésta para
el sábado.
En definitiva, el domingo … el Gran Premio de los Grandes
Premios.