Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. La segunda etapa de Fernando Alonso en la escudería Renault, tras el tortuoso paso por McLaren, no está siendo demasiado exitosa a la vista de los resultados. Es lógico que el "nano" esté como gato enjaulado. A diferencia del año pasado dónde a la falta de competitividad de su monoplaza, se unió la ansiedad y el figurinismo del propio Alonso, éste año, un campeón más pausado, igual de ambicioso que en su primera etapa, más técnico, y sobre todo más resignado, es el que dirige el volante del R29. En un año en el que se presumía y perseguía la igualdad, el nefasto Mosley se ha encargado con sus decisiones y las de sus comisarios engolados y deseosos de cobrar las dietas que les aportan los Consejos de la FIA, de cargarse el que podía haber sido uno de los campeonatos más emocionantes de la historia. La decisión sobre la legalidad de los difusores ha viciado la competición, y ha sido un torpedo en toda la línea de flotación de las escuderías poderosas de la Fórmula1. En un año de crisis, los cuantiosos patrocinios no encuentran la rentabilidad que los justifique, y todas las glorias se las lleva el último equipo en inscripción, y el último y más extrafalario patrocinador llegado a las tierras de este deporte. Lo de Brawn GP, tiene un mérito enorme, pero parece claro que las reglas del juego han sido viciadas. Nadie da duros a pesetas, y la plantita más frágil del jardín no puede convertirse de repente en el árbol más frondoso del bosque. Algo ha ocurrido, y esto si que podía haber sido motivo de denuncia por parte de Ferrari, McLaren, Renault, BMW ... pero de denuncia en tribunales, no de denuncia ante los mismos que están montando la tropelía. ¿Y por qué digo que están montando la tropelía?, porque es evidente que Mosley ha trazado su estrategia para vengarse y dotar a su organización y persona, del poder que hasta ahora, u ostentaban otros, o se equilibraba entre organizadores, pilotos, escuderías y sobre todo los que ponían al fin y al cabo los dineros: patrocinadores y ESPECTADORES.
La estrategia está clara y así lo reconoce el orgiastico Max, cuando afirma sin tapujos que "las reglas las pone él". Pues en las fotos que yo vi, las reglas ... se las ponían a él.....
Yo me pregunto, ¿cuánto dinero pone él?. Como simple comentarista, apostaría que mi empresa y yo, ponemos más dinero al servicio de este maravilloso deporte, aunque solo sea en viajes, acreditaciones, entradas, materiales etc., que ese que ahora quiere ser él mandamás por encima de todos.
Una estrategia clara: 1º Pretende la eliminación de la grandeza de los equipos grandes, haciéndoles vulnerables a los "mini" equipos. y 2º abrimos el abanico para que en vez de unos pocos equipos de alta calidad, tengamos diluidos a éstos, en un mar multiplicado de escuderías pero de una calidad sensiblemente inferior. Si da la casualidad que un Ferrari, vuelve a verse superado por un coche de una calidad muy inferior ... qué gana con estar compitiendo ahí?.
Lo único positivo, es que de continuar con este esperpento, existen posibilidades de que por fin haya un equipo español en la Formula1, aunque sea una Formula1 que no se parezca en nada a la que hasta ahora hemos amado, disfrutado y contado. Dos españoles han hecho su preincripción: Adrián Campos con su MetaF1, y Villadelprat con su EpsilonF1.
Lo peor, que a Fernando Alonso se le han pasado dos años en una muy mala segunda parte de la excepcional película de 2005 y 2006. Esperemos que sea como las películas de Rocky, que la primera fue muy buena, la segunda muy mala, pero la tercera fue genial.
A ver si Agag, pudiera llamar a su suegro, y que nos prestara un poquito aquello del ... "Vallase Sr............ Mosley".
La estrategia está clara y así lo reconoce el orgiastico Max, cuando afirma sin tapujos que "las reglas las pone él". Pues en las fotos que yo vi, las reglas ... se las ponían a él.....
Yo me pregunto, ¿cuánto dinero pone él?. Como simple comentarista, apostaría que mi empresa y yo, ponemos más dinero al servicio de este maravilloso deporte, aunque solo sea en viajes, acreditaciones, entradas, materiales etc., que ese que ahora quiere ser él mandamás por encima de todos.
Una estrategia clara: 1º Pretende la eliminación de la grandeza de los equipos grandes, haciéndoles vulnerables a los "mini" equipos. y 2º abrimos el abanico para que en vez de unos pocos equipos de alta calidad, tengamos diluidos a éstos, en un mar multiplicado de escuderías pero de una calidad sensiblemente inferior. Si da la casualidad que un Ferrari, vuelve a verse superado por un coche de una calidad muy inferior ... qué gana con estar compitiendo ahí?.
Lo único positivo, es que de continuar con este esperpento, existen posibilidades de que por fin haya un equipo español en la Formula1, aunque sea una Formula1 que no se parezca en nada a la que hasta ahora hemos amado, disfrutado y contado. Dos españoles han hecho su preincripción: Adrián Campos con su MetaF1, y Villadelprat con su EpsilonF1.
Lo peor, que a Fernando Alonso se le han pasado dos años en una muy mala segunda parte de la excepcional película de 2005 y 2006. Esperemos que sea como las películas de Rocky, que la primera fue muy buena, la segunda muy mala, pero la tercera fue genial.
A ver si Agag, pudiera llamar a su suegro, y que nos prestara un poquito aquello del ... "Vallase Sr............ Mosley".
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